“Abrimos nuestras puertas”, nos dice First Quantum apenas ingresas a su página web. Hace unos días la empresa anunció con entusiasmo un programa de giras guiadas a la mina.”¡Regístrate aquí y visita la mina!”. Parece ironía pero es impunidad.
3 meses han pasado desde que la Corte Suprema de Justicia emitió un fallo en contra del contrato minero entre la empresa First Quantum y el Estado Panameño, tras más de 30 días de protestas en el país.
La minera ha atentado contra derechos fundamentales, como el derecho a la vida, la salud, al agua, a un ambiente sano y a la protección de los niños, niñas y adolescentes. A pesar de ser considerado un contrato nefasto que vulnera la soberanía del país, ha quedado la sensación de que el cierre de la mina está en una especie de suspensión, como si estuviesen a la espera de los resultados de las elecciones de mayo.
Se han difundido titulares y análisis que refuerzan la narrativa de que la minería es indispensable para Panamá. Un ejemplo es el tan sonado “si se va la mina podría generar un impacto económico negativo, afectando el crecimiento del PIB”. En este supuesto escenario catastrófico, Tristan Pascall, el CEO de la empresa minera sostiene : 'Creemos que es imposible que el próximo gobierno pase por alto el aporte que puede hacer un sector minero responsable'.
La propaganda a favor de la minería sigue avanzando con fuerza. La vocera de la empresa Maru Gálvez, quien es también presidenta de la Cámara de Comercio de Tierras Altas, ha sido propagandista pro minería y promovido la criminalización del derecho a la protesta. El día de la presentación de las giras guiadas, Maru Gálvez, indicó que la empresa quiere “desmentir la desinformación que se ha generado en torno a la operación de la mina”.
Laurentino Cortizo en vez de avanzar hacia un plan integral de cierre de la mina, y cumplir con el dictamen de la Corte, decide no tomar medidas y se limita a pedir a que la empresa “rinda explicaciones” por las visitas guiadas a la mina. En lugar de proponer que todos contribuyan de manera justa para abordar el problema fiscal, generado en gran medida por la evasión, el gobierno opta por la inacción, favoreciendo el discurso de que “sin la mina nos hundimos”.
El pueblo ha exigido el cierre de la mina, pero la minera redobla la apuesta, decide abrir sus puertas para mostrarnos que son impunes y pretenden obtener 20 mil millones de dólares por el cierre. Es evidente que durante este período electoral First Quantum está jugando sus cartas estratégicamente a su favor.