El marco jurídico en Panamá para la asignación del 7% del PIB en educación está establecido en la Ley 362 del 2 de febrero de 2023, la cual fue sancionada por el Ejecutivo y publicada en la Gaceta Oficial. Esta ley modifica el artículo 266 de la Ley Orgánica de Educación, N° 47 del año 1946, que estipulaba que el sector educativo recibiría un presupuesto no menor al 6% del PIB, el cual nunca había sido implementado durante las diferentes administraciones gubernamentales desde su promulgación.
La profesora Yadira Pino, miembro de la coordinación nacional de la Federación de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (FETEP), planteó el tema como parte de la agenda de lucha por la educación pública de calidad desde inicios de su actividad como líder docente, pero hubo grandes obstáculos, primero entre las mismas organizaciones magisteriales tradicionales que a inicios de la década del 2000 mantenían una visión economicista de la lucha por la educación, sin comprender los problemas estructurales del sector educativo. Finalmente, durante las luchas docentes de 2016 se logró que el tema se introdujera en la agenda de lucha. “La educación es primero”, dijo en ese momento la líder Pino a los medios locales (ver). Pero el problema de la gestión pública de la Educación no solo era el aumento de la inversión, señala, sino que hizo el planteamiento de la necesidad de una profunda reforma institucional del Ministerio de Educación, ya que entre otros graves problemas de gestión, existe una ausencia de organismos de control real, por tanto una falta de transparencia y rendición de cuentas en los procesos de licitación, contratación y ejecución de obras y proyectos educativos.
Hay una nula gestión de coordinación inter institucional de investigación, diseño y planificación de la institución educativa rectora de la política pública de Educación con el resto del Estado, por tanto no existen estándares de calidad de ninguna naturaleza en el proceso de gestión del Derecho a la Educación.
Hay una mala distribución y administración de los recursos destinados al sector educativo, que beneficia a empresas y funcionarios vinculados a los gobiernos que llegan al control de la cosa pública.
"Todo ello produce una deficiente calidad y cobertura de la educación, que no responde a las necesidades y demandas de la sociedad panameña", señala la profesora Pino. "La institución educativa rectora es un botín de negocios del régimen político de partidos y presidencialismo, que controla los negocios, contratos, manejo de personal...", añade. A pesar de que FETEP ha presentado propuestas concretas para resolver estos problemas a los diferentes gobiernos, estos intentan ignorar y bloquear la participación de su organización en los procesos de negociación colectiva laboral y gestión de solución a los problemas educativos. Prefieren instaurar diálogos siempre con algunos grupos de dirigentes burocráticos que forman parte de la lógica que depreda la Educación Pública e impide su profunda transformación.
El contexto descrito muestra, en gran medida, las razones que impiden que pese al aumento del presupuesto en Educación, los problemas no sólo persisten, sino que se agudizan. "Sin reforma institucional profunda del MEDUCA, la corrupción se comerá esos recursos, tal y como advertimos que ocurriría con la ley de descentralización limitada, cuando se impuso, que fue una forma de descentralizar la corrupción", concluye Pino.
La corrupción en Panamá es un problema complejo y multifactorial que afecta el desarrollo económico, social y político del país, la educación pública es uno de los tesoros apetecidos por el régimen de corrupción que comparten los diferentes partidos políticos tradicionales y sectores socio económicos beneficiarios de la misma.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2023 de Transparencia Internacional, Panamá se ubica en el puesto 101 de 180 países, con una puntuación de 36 sobre 100, lo que indica un alto nivel de corrupción en el sector público. La gestión institucional de la Educación Pública es parte metabólica de la crisis institucional que vive el país, ya que los altos índices de Conflictividad Socieducativa son el reflejo de la crisis de la gestión institucional de la Educación Pública en Panamá.
La relación entre la conflictividad socioeducativa y la crisis institucional de la gestión de la educación pública en Panamá es compleja y multidimensional. Por un lado, la conflictividad socioeducativa refleja los problemas, tensiones y desafíos que se presentan en el ámbito educativo, tanto dentro como fuera de las instituciones formales, y que afectan a todos los actores involucrados en el proceso educativo. Por otro lado, la crisis institucional de la gestión de la educación pública en Panamá se manifiesta en la falta de recursos, infraestructura, calidad, equidad, participación y rendición de cuentas en el sistema educativo nacional.
Estos dos fenómenos se retroalimentan e influyen mutuamente, generando un círculo vicioso que dificulta la mejora de la educación y el desarrollo humano en el país. A su vez, la crisis institucional de la gestión de la educación pública provoca una baja calidad y pertinencia de la oferta educativa, lo que genera insatisfacción, frustración y violencia en los educandos y sus familias.
Sólo en 2022 se registraron, según datación del Sistema de Información Socioeducativa de la Federación de Trabajadores de la Educación, al menos 122 protestas por infraestructura educativa en mal estado. Esta conflictividad producida por la inacción institucional, sólo en el items de calidad de infraestructura educativa, suma una importante cantidad de horas de clases que no se llevan a cabo. Una hecho que contrasta con la opinión reciente de la Ministra de Educación, Maruja Gorday, que argumenta que la escuelas no están listas para el año escolar 2024 producto de la huelga ciudanana contra el contrato minero declarado finalmente inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia en diciembre de 2023. La tendencia anual, durante décadas, apunta al arrastre de falta de mantenimiento, no renovación y no construcción de centros escolares nuevos.